¿Cómo se hace la sanación intergeneracional?

Este procedimiento es solo una de muchas alternativas, ya que el propósito central de la sanación intergeneracional es presentar ofrendas o actos de reparación a Dios para remediar las consecuencias que han pasado de generación en generación dentro de la familia.

Adjuntamos la siguiente entrada que se dedica solo a fundamentar la sanación intergeneracional y por qué es católica:

Misa, rosario y oración de Sanación Intergeneracional

En gracia de Dios (no estando en pecado mortal) se recomienda ofrecer todos los días una misa, un rosario y una oración que dejaremos a continuación exclusivamente por la sanación intergeneracional y se hará de la siguiente manera:

Se recomienda desde la 5.ª generación, tanto paterna como materna, ofreciendo por cada una de las generaciones. Por ejemplo, se comienza con la 5.ª generación paterna, luego la cuarta, luego la tercera, luego la segunda, luego la primera. Después de esto, se comienza nuevamente con la 5.ª materna, luego la 4.ª, luego la 3.ª, luego la 2.ª, luego la 1.ª.

El momento en que se ofrece la misa es antes de comenzarla, luego en el ofertorio y por último en el momento de la consagración. También se puede solicitar al sacerdote que ofrezca la misa por la familia, por ejemplo, «Martinez-Perez». Aunque no recomendamos solicitar misas explicitando por el tema intergeneracional, ya que hay mucho rechazo con el tema. El santo rosario con mucha fe y la siguiente oración final (que dura unos 30 minutos).

Oración final para hacerla cada día (Octava oración del PDF llamada “Proceso de sanación intergeneracional”, página 28):

Se debe tener en cuenta que hay ocasiones donde hay que rezar a más generaciones, es decir, empezar desde la 10.ª generación o más. ¿Por qué? Muchas veces el Señor muestra que el árbol genealógico está perjudicado porque hubo una concatenación ininterrumpida por cada generación de un mismo pecado grave durante más generaciones, y es por eso que hay que empezar desde la raíz.

Por ejemplo, una persona comenzó a pecar con ira desde la 10.ª generación, y luego la novena lo repitió, y luego la octava y así sucesivamente hasta llegar a la persona que comienza una sanación intergeneracional. Entonces el problema se tiene que empezar a arreglar desde donde comenzó todo, es decir, desde la 10.ª.

Una persona que comete estos pecados graves, si recurre al sacramento de la confesión, se corta en gran medida la cadena intergeneracional y las consecuencias, en principio, son las consecuencias naturales del pecado, por ejemplo: Si una persona mató, la persona no va a volver a la vida. Pero las herencias ancestrales, las predisposiciones y las consecuencias de ese pecado no vuelven a transmitirse. Pero si la persona ha muerto sin haberse arrepentido, sin ir al sacramento de la confesión, puede contaminar la descendencia por varias generaciones.

Si una persona muere y se condena, las indulgencias y las reparaciones hechas en la sanación intergeneracional actúan destruyendo ataduras que pudieron haber quedado. Ayuda a cortar las influencias que esas herencias están teniendo sobre los descendientes.

Esto no quiere decir que la persona que está en el infierno va a salir para estar en un mejor estado; lo que pasa es que se corta todo influjo entre esas generaciones: los demonios pierden toda potestad por los pecados de ese ancestro. Se sana frente a Dios la repercusión.

La misa y el rosario se hace exclusivamente por esta intención y además se puede enriquecer la sanación con una serie de mortificaciones si es necesario. (Esto se va discerniendo según cada proceso). La oración final, que dura aproximadamente 30 minutos, realizada por la web “lassietepuertas.com”, está inspirada y adaptada en otra oración que pertenece al sacerdote Robert de Grandis, que también propone la sanación intergeneracional.

El orden puede ser cualquiera, pero recomiendan los especializados hacer primero la oración y luego el Santo Rosario, ya que se puede experimentar perturbaciones al realizar la oración, pero al hacer el Santo Rosario después, ayuda a serenar lo que pueda pasar.

Se ora específicamente por los ancestros y pidiendo específicamente a Dios que, si hay alguna conexión en el mal, si hay alguna conexión mala intergeneracional, se corte, se purifique, se exorcice, se libere, se desate, se sane. Que le ayude al difunto a purificarse en el caso de estar en el purgatorio, que quite al descendiente las herencias negativas y que, además, si se trata de un difunto condenado, que se pierda toda conexión y no siga afectando a los descendientes.

Atención: Probablemente comienza a haber una lucha espiritual, y esto es porque se comienza a disputar el territorio del demonio; se debe ser diligente y tener mucha paciencia. Si no cesa el influjo, se recomienda hacer nuevamente el proceso.

Algunos pecados con consecuencias intergeneracionales

En teoría, podría ser cualquier pecado, pero algunos de los exorcistas han podido ver cadenas intergeneracionales cuando se habla de pecados como pertenecer a la masonería u otras dominaciones satánicas (uno de los graves problemas de la masonería es que en los ritos de iniciación, el familiar debe comprometer a otro familiar de las siguientes generaciones), prácticas idolátricas o antirreligiosas, sacrilegios, abortos, suicidios, asesinatos, ocasionar graves perjuicios económicos, abusos sexuales, discordias graves, también con las adicciones como drogadicción, alcoholismo u otras drogas (esto se ve muy comúnmente), también cadenas de rupturas matrimoniales, rupturas graves familiares donde hay infidelidades, malos tratos, incestos, también las maldiciones o las calumnias graves.

Datos de interés:

“Porque yo soy el Señor, tu Dios, un Dios celoso, que castigo la maldad de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación, si ellos me aborrecen”, y agrega el Señor: “Y tengo misericordia a lo largo de mil generaciones, si me aman y cumplen mis mandamientos”. Éxodo 20:6

Al día de hoy hay una explosión de prácticas intergeneracionales, muchas pertenecientes a la nueva era donde se solicita la ayuda del demonio; carta astral con los ascendentes, constelaciones familiares desarrolladas por Bert Hellinger, regresiones, trabajos con el árbol genealógico, viajes chamánicos, el karma familiar, sanaciones energéticas y reiki porque dicen “encontrar energías bloqueadas”, astrología kármica donde se hace el análisis genealógico y un largo etcétera.

El problema es que el demonio arregla un problema a costa de empeorarlo más adelante, o comprometiendo a más personas o agravando el problema, ya que la especialidad del demonio es mentir y embaucar. “Ustedes tienen por padre al demonio y quieren cumplir los deseos de su padre. Desde el comienzo él fue homicida y no tiene nada que ver con la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, habla conforme a lo que es, porque es mentiroso y padre de la mentira.” Juan 8:44

Testimonios por la web “lassietepuertas.com”

Muchas veces las situaciones familiares empiezan a mejorar, por ejemplo, muchos miembros de la familia que estaban con ruinas y que no conseguían trabajo, luego de una sanación intergeneracional encuentran trabajo, o se perdonan entre ellos, es decir, empiezan a pasar cosas buenas.

Se pueden ver casos de muertes violentas, tendencias a rupturas matrimoniales, tendencias de disforia de género, personas que no consiguen casarse (ej., todas las mujeres de una familia no se casan ninguna o se separan todas o al revés; los varones, todos solteros, y son personas normales, con trabajos). Esto es porque hay una maldición, una atadura.

Otro ejemplo, donde una familia tenía varios espíritus de muerte. Los miembros de esta familia estaban afectados; uno de ellos tuvo más de 20 accidentes que podrían haber sido mortales, una mujer tuvo más de 20 abortos involuntarios, otro de los hermanos veía las almas perdidas.

En algunos casos, cuando un antepasado estaba en el origen de una posesión, resultaba muy agitado y compulsivo, porque el ancestro interpelado agitaba a la persona poseída. Se había formado una cadena de posesiones. Cuando se anuló esa consagración con la oración, todo desapareció.

Si poco a poco desaparecen los problemas, muchas veces es porque poco a poco esa persona se está purificando o bien se le está quitando poder de dañar.

No son prácticas de nueva era.

La realidad de orar por los difuntos es algo que ha estado en la tradición viva de la iglesia desde siempre; nada tiene que ver con la meduimnidad, no es ninguna invocación de muertos o acto espiritista. Los cristianos no invocamos a los muertos, sino que solo oramos por ellos porque estamos en la comunión de los santos; incluso nos encomendamos ante Dios por su intercesión, como, por ejemplo, cuando invocamos a un santo. La mediumnidad puede provenir de practicar el espiritismo, donde uno le abre puertas al demonio y puede provocar el hablar con algún difunto.

Mortificaciones

Podemos ayudar al proceso de sanación intergeneracional con mortificaciones, que son las que hacemos, y las pasivas son las que nos vienen de Dios y son las que tenemos que aceptar. Las activas son de los sentidos externos, materiales o de la interioridad. Mortificar la comodidad, tacto, gusto, etc. Son privarse de gustos, como, por ejemplo, ayunos, abstinencias en cantidad y calidad, y todo esto se ofrece a Dios por esta intención.

¿Como saber si hay algo psicológico o espiritual?

Hay que ver si hay algún componente biológico, psicológico o espiritual. Que haya algo psicológico no excluye que haya una herencia espiritual ancestral o cualquier otro problema espiritual.

Los demonios saben la vulnerabilidad que tenemos cuando hay pecados y con eso nos atacan. La solución es acudir a Dios y orar para sanar estas cosas, nunca con el demonio. Cada pecado les da derecho sobre nosotros.

El problema puede ser biológico, psicológico o espiritual. Si fuera solo un problema psicológico, el hecho de hacer una sanación espiritual ayuda a que quitemos la opción de que el problema puede ser espiritual. Pero incluso, si hay un problema psicológico, muchas veces es generado por problemas espirituales como raíz. O viceversa, se puede tener un problema psicológico y que afecte espiritualmente. Esto se da porque somos una unidad indisoluble. Adjuntamos una entrada sobre antropología humana hablando sobre este tema: https://portalcatolicopsicologia.com/que-es-el-ser-humano/

En definitiva, siempre que se detectan anomalías, comportamientos o situaciones que no son acordes al momento, a la persona o al lugar, se debe comenzar un proceso. Cuando se comienza un proceso psicológico, debería comenzarse también un proceso biológico y un proceso espiritual. Lo mismo si uno va al médico; debería también hacer un proceso psicológico y espiritual. Y también cuando uno tiene problemas espirituales, debería también hacer un proceso biológico y psicológico.

Otras puertas por las que entra el demonio

Para que el enemigo pueda atacarnos preternaturalmente, tenemos que tener abiertas por lo menos una puerta. Según el Padre Javier Luzón, las puertas son: la primera, el pecado grave; la segunda, el ocultismo; la tercera, el rencor. Las otras tres puertas son los maleficios, las heridas afectivas, empezando por las recibidas en la gestación, que son las que más carencias hacen a la persona y son las más profundas, y luego con las heridas de nuestros antepasados.

La imprecación a los demonios solo la puede hacer un diácono, un obispo o un sacerdote. (un ministro ordenado). Todo cristiano puede pedir a Dios que expulse a los demonios y esta es la manera deprecativa. Pero expulsarlo de manera imperativa lo hace solo el ministro. Esto es un error que pasa mucho en la renovación carismática porque esta viene del ámbito protestante, donde ellos no tienen ministros ordenados.

Una cita bíblica que demuestra este error son los hijos de Sevas, en los que el demonio tomó represalias por este abuso: “Algunos exorcistas ambulantes judíos, hicieron la prueba de pronunciar el nombre del Señor Jesús sobre los poseídos por los malos espíritus, diciendo: «Yo los conjuro por ese Jesús que anuncia Pablo». Un cierto Sevas, Sumo Sacerdote judío, tenía siete hijos que practicaban estos exorcismos. El espíritu malo les respondió: «Yo conozco a Jesús y sé quién es Pablo, pero ustedes, ¿quiénes son?». Y el hombre poseído por el espíritu malo, abalanzándose sobre los exorcistas, los dominó a todos y los maltrató de tal manera que debieron escaparse de esa casa desnudos y cubiertos de heridas.” Hechos de los Apóstoles 19, 13 – 16


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Beato Monseñor Jacinto Vera. Primer Obispo del Uruguay y un gran santo de la Iglesia Católica Uruguaya.

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